Tener un hijo es maravilloso, probablemente sea la persona que más amas y quieres que sea feliz, pero ser padre también es una tarea increíblemente difícil en la que no todo el mundo destaca. Requiere establecer unas normas básicas y ser estricto en ocasiones, algo con lo que los padres permisivos suelen tener problemas.
Sin embargo, la mano dura es necesaria, y el niño necesitará una buena figura de autoridad para crecer como un ser humano maduro y estable y convertirse en una buena persona.
Por eso nuestro tema de hoy es la paternidad permisiva, cuyas características y efectos analizaremos para indicarte cómo hacer los cambios que necesitas, pues nunca es tarde para enmendar tus errores como padre.
En este artículo
- La crianza permisiva explicada
- Características del estilo de crianza permisivo
- Libertad sin responsabilidad
- Dejar que los niños tomen decisiones importantes
- Tratar a los hijos como amigos
- Padres indulgentes
- Padres excesivamente atentos a las necesidades de sus hijos
- Decir siempre que sí
- Cómo afecta a los niños la crianza permisiva
- Escasa autorregulación
- Falta de habilidades sociales
- Menos disciplina con respecto a su bienestar físico
- Más propensos al maltrato
- Impulsividad y agresividad
- Menor rendimiento académico
- Cómo corregir tu actitud de padre permisivo
Es probable que la mayoría de nosotros ya conozca o haya oído hablar de los cuatro estilos de crianza, pero ¿sabes qué son exactamente o en qué se basan? Para ayudarte a entender qué es la crianza permisiva, empezaremos por lo básico.
En esencia, la psicología reconoce cuatro estilos de crianza derivados de dos principios primarios. Estos principios son la exigencia y la complacencia de los padres, que pueden ser altas o bajas. Las distintas combinaciones de niveles de exigencia y complacencia dan lugar a los cuatro estilos de crianza: negligente, permisivo, autoritario y autoritativo.
Los cuatro estilos de crianza tienen sus ventajas y desventajas, excepto el estilo negligente, que podría decirse que es el peor, ya que solo tiene desventajas.
Por otro lado, el estilo de crianza permisivo combina una alta complacencia con una baja exigencia, lo que significa que los niños viven en un hogar sin reglas, sin apenas exigencias y en el que los padres suelen consentir los caprichos del niño por miedo a sus rabietas.
Estos padres temen poner límites firmes y a menudo permiten que los niños se queden despiertos hasta tarde, que no hagan las tareas escolares ni domésticas, que salgan con quien quieran y cuando quieran, etc. Dejan que el niño haga lo que quiera y rara vez dicen que no a sus peticiones y caprichos para que sea feliz y fiel a su naturaleza.
Ahora que sabemos en qué se basa la crianza permisiva, podemos profundizar en sus características y conocer cómo actúan los padres permisivos con sus hijos.
A continuación encontrarás algunos ejemplos de estilos de crianza permisivos que podrían ayudarte a reconocer cuál es el tuyo y a empezar a trabajar en el problema antes de que sea demasiado tarde.
Puesto que la crianza permisiva se basa en una escasa exigencia, los padres permisivos no suelen dar responsabilidades a sus hijos, lo que puede afectar negativamente su comportamiento y sus rutinas escolares y laborales. Los hijos de padres permisivos suelen acabar siendo perezosos y sin ninguna ética de trabajo.
En lugar de poner límites y responsabilizar a sus hijos de sus actos, estos padres les dan toda la libertad del mundo y les dejan hacer lo que quieren, lo cual tiene su lado bueno, y es que los niños se sienten libres para explorar y adquieren más confianza en sí mismos.
Otro aspecto alarmante de la paternidad permisiva es que estos padres dejan que sus hijos tomen todas las decisiones importantes, lo que si bien aumenta la confianza y seguridad del niño en sí mismo, no es la mejor idea del mundo.
Los niños son pequeños y no están preparados para pensar por sí mismos, así que dejarles decidir sobre cosas importantes no es bueno. Por supuesto, es conveniente tener en cuenta la opinión del niño sobre las cosas que le afectan, pero también es importante recordar que tú eres el padre y debes hacer lo que sea mejor para él.
Los padres permisivos prefieren ser amigos del niño a ser sus padres. En lugar de ser una figura de autoridad, que el niño sin duda necesita, actúan como sus iguales, entablando conversaciones amistosas y, a menudo, actuando ellos mismos como niños para seguirle la corriente.
Si bien el trato de amigo puede mejorar el vínculo entre el padre y el niño, también repercutirá negativamente en tu autoridad como padre, muy importante en situaciones graves o peligrosas, y lo más probable es que el niño no te haga caso.
Otra característica de la crianza permisiva es la indulgencia de los padres. Es decir, estos padres se consideran poco tradicionales. Son indulgentes con sus hijos y no esperan un comportamiento maduro por parte del niño.
Además, creen que los errores son oportunidades de aprendizaje, por lo que evitan la confrontación y permiten que el niño se autorregule, lo cual no es del todo una mala idea. Sin embargo, los padres indulgentes siempre son así, y hay situaciones en las que el niño necesita una figura de autoridad que le diga no a algunos de sus caprichos y exigencias.
Puesto que el estilo de crianza permisivo se basa en la complacencia, es evidente que estos padres también se caracterizan por ser exageradamente atentos o sensibles a las necesidades de sus hijos.
Es decir, suelen estar relajados con sus hijos y conocen sus necesidades emocionales y físicas, a las que siempre reaccionan positivamente, incluso cuando el niño exagera.
Además, los padres complacientes responden sin enojarse y saben hacer una pausa antes de reaccionar, lo que significa que a menudo pueden ser excesivamente protectores con sus hijos.
Por último, pero no por ello menos importante, los padres permisivos también son conocidos por ser excesivamente amables y relajados, y a menudo permiten que el niño haga todo lo que quiera. Eso también incluye decir "sí" a todos sus deseos, peticiones o exigencias, lo cual no es en absoluto lo más sensato, sobre todo con niños pequeños.
Si bien esto refuerza la seguridad y confianza del niño en sí mismo y le permite explorar el mundo a su ritmo, también puede ser peligroso, ya que no siempre sabe lo que está haciendo.
Estas son solo algunas de las características de la crianza permisiva; puedes encontrar muchas más en internet. Conocer estas características puede ayudarte a reconocer si eres un padre permisivo y, al reconocerlo, es posible que puedas corregir algunos de tus errores como padre en el futuro.
Actuar como el amigo del niño, no definir claramente cómo funcionan las cosas, no tener normas o no hacerlas cumplir y no responsabilizar a los hijos de sus actos son manifestaciones de una crianza permisiva.
Este tipo de padres tratan a sus hijos como reyes y reinas, pero eso también puede tener efectos adversos en los niños, algunos de los cuales veremos a continuación.
La falta de normas, estructura y límites de los padres permisivos perdura hasta la edad adulta, y sus hijos luchan con estos aspectos durante toda su vida Por eso, un hijo de padres permisivos puede tener dificultades para establecer límites de tiempo claros entre estudiar, trabajar y ver la televisión.
Estos niños son pésimos para gestionar su tiempo, pero el problema se agrava, ya que una mala gestión del mismo abarca múltiples aspectos y puede llevarlos a jugar demasiados juegos, a dedicar más tiempo de la cuenta a una actividad específica o a comer en exceso, lo que más tarde podría desembocar en problemas de obesidad.
Al crecer en un hogar donde no hay normas o, si las hay, no se hacen cumplir como es debido, estos niños pueden tener dificultades más adelante. Un hogar sin una estructura fija, un hogar sin reglas y en el que todo está permitido también significa que esos niños nunca aprenden las habilidades sociales adecuadas.
Eso incluye llegar tarde constantemente, tener dificultades para seguir las normas e instrucciones, hacer rabietas cuando no consiguen lo que quieren, carecer del desarrollo emocional necesario para entablar amistades y relaciones duraderas, etc.
Como los padres permisivos no se interesan demasiado por la seguridad de sus hijos y ven las situaciones de riesgo y los errores como oportunidades de aprendizaje, sus hijos crecen sin preocuparse por su bienestar físico y a menudo se involucran en situaciones peligrosas hasta bien entrada la edad adulta.
Ya hemos mencionado la sobrealimentación y la obesidad debido a la escasa capacidad de gestión que abarcan múltiples aspectos. Además, estos niños también suelen consumir alcohol y drogas, lo que puede acarrear graves problemas en el futuro.
Como los padres permisivos dejan que sus hijos hagan todo lo que quieran y rara vez les dicen que no a sus caprichos, esos niños crecen pensando que pueden seguir con ese comportamiento también en la edad adulta.
Por eso muchos hijos de padres permisivos terminan siendo malcriados, incapaces de regular su comportamiento, muestran una conciencia nula hacia los demás y sus necesidades, y solo se centran en sus propias necesidades.
Y lo peor de todo, esos niños exigen cosas y, si no las consiguen, son propensos a abusar de los demás.
Aunque todos los padres deberían reaccionar positivamente ante las necesidades físicas y emocionales de su hijo y aprender a hacer una pausa antes de responder, los padres permisivos van un paso más allá. Siempre se muestran indulgentes y relajados con el niño, incluso cuando este reacciona de forma exagerada.
Los hijos de padres permisivos nunca aprenden a controlar sus emociones. Esto suele ocurrir cuando quieren algo que no pueden conseguir, lo que puede dar lugar a rabietas hasta bien entrada la edad adulta. Estos niños también son agresivos e impulsivos y tienen dificultades en situaciones emocionales.
Como la crianza permisiva se basa en la falta de exigencia, los niños a los que sus padres nunca exigen nada ni les imponen tareas suelen tener un bajo rendimiento académico. Los estudios también han podido establecer una relación entre ambos factores.
En esencia, estos niños nunca aprenden una buena ética de trabajo ni de estudio y, cuando llega el momento en que la necesitan, suelen fracasar. Además, a menudo no tienen nada por lo que esforzarse, ya que sus padres no esperan nada de ellos.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que la crianza permisiva puede hacerle a un niño, pero en internet se puede encontrar mucha más información sobre sus efectos.
Si te interesa, solo tienes que hacer una rápida búsqueda para conocer más efectos secundarios de la crianza permisiva, lo que podría motivarte a empezar a trabajar en tu estilo de crianza.
Ahora que ya sabes qué es la crianza permisiva, sus características y cómo afecta a los niños, por fin puedes empezar a mejorar las cosas y corregir tu forma de proceder. Sin embargo, conscientes del reto que supone el cambio, hemos incluido algunos consejos que podrían ayudarte a mejorar tu estilo de crianza y a corregir los errores que hayas cometido involuntariamente.
Supongamos que reconoces indicios de crianza permisiva en tu familia y te preocupan las consecuencias que pueda tener para tus hijos en el futuro. En ese caso, te alegrará saber que nunca es demasiado tarde para hacer cambios y que aún estás a tiempo de corregir los errores que hayas podido cometer como padre inexperto.
Puedes empezar por informar a tus hijos de que vas a introducir cambios. Explícales que lo haces por ellos y hazles entender que es necesario establecer normas, estructuras, límites y otros cambios que puedas introducir en el hogar.
Como ya hemos dicho, la falta de normas, límites y estructura puede causar diversos problemas emocionales y de conducta a lo largo de la vida Por eso es fundamental que establezcas unas normas básicas junto a tus hijos, ya que incidirán de forma decisiva en su comportamiento.
Sin embargo, meses e incluso años de vivir en un hogar sin reglas pueden hacer difícil que las acepten, y por eso el uso de una aplicación de control parental como Wondershare FamiSafe es esencial si se quiere que los niños respeten las nuevas normas.
Podrás enterarte de lo que tus hijos hacen tanto en línea como en cualquier otro lugar y obtener información sobre su ubicación, lo que te ayudará a saber dónde están, con quién y qué hacen.
Además, en caso de que los niños se resistan a seguir las normas, la aplicación te permitirá establecer límites de tiempo de uso de determinadas aplicaciones, bloquear aplicaciones o sitios web específicos, configurar búsquedas seguras y filtros web, y conocer el historial de sus aplicaciones y navegadores, lo que puede ser una estupenda forma de imponer nuevas normas y castigarlos debidamente por no seguirlas.
Los padres permisivos acostumbran a sobornar a sus hijos con dulces, aperitivos y dinero para que adopten un comportamiento apropiado. Aunque esta estrategia puede serte útil, también hay que trabajar los castigos y las consecuencias del incumplimiento de las normas.
Cuando establezcas nuevas reglas, es esencial que también les expliques que tienen la obligación de cumplirlas. Explícales las consecuencias de no respetarlas, por ejemplo, quitándoles sus dispositivos, no dejándolos salir de casa y obligándolos a hacer otros deberes en la casa.
Como es probable que hayan vivido por años sin reglas y haciendo lo que querían, también es probable que no tarden en romper las nuevas reglas. En ese caso, tendrás que mantenerte firme y estricto, ceñirte a tus principios y mostrarles que romper las reglas tiene consecuencias y castigos.
Es inevitable que tengas que hacer esto varias veces, ya que los castigos deben ser leves, y no servirán de escarmiento a la primera equivocación. Repite la medida tantas veces como necesites para que tus hijos aprendan que las normas deben cumplirse.
Aunque como padre te duela ver a tu hijo dolido, llorando o descontento con tus normas y principios, debes recordar que lo haces por su bien. Cuanto antes introduzcas estos cambios, más exitosos y menos perjudiciales serán tanto para ti como padre como para el niño.
La crianza permisiva es un estilo de crianza que combina escasa exigencia y mucha complacencia, dos principios fundamentales de los cuatro estilos de crianza. Se caracteriza por padres cariñosos que actúan como amigos del niño y lo sobornan con regalos y comida para que se porte mejor.
Sin embargo, estos padres no les ofrecen estructura, normas ni límites, lo que hace que el niño crezca en un hogar donde puede hacer lo que quiera sin sufrir consecuencias. Dichos niños tienen diversos problemas físicos, emocionales y mentales durante la edad adulta, razón por la cual la crianza permisiva es nefasta.
Afortunadamente, nunca es tarde para hacer cambios y ayudar a tu hijo a convertirse en un mejor ser humano. Es posible hacerlo estableciendo normas y haciéndolas cumplir con ayuda de una aplicación de control parental como FamiSafe. Y si además impones consecuencias por incumplir las normas y te mantienes firme en tus principios, mejorarás la vida de tus hijos y corregirás tus errores como padre.